Lo no tan lindo de lo cotidiano


En el blog de hoy tengo ganas de reflexionar sobre esas pequeñas cosas, que pasan a ser "lo cotidiano", pero no son tan felices. En el relato de tres situaciones o hechos de la vida diaria puedo percibir algo que funciona como un mecanismo de costumbre pero que con  la inocencia de una simple pregunta nos devuelve a la triste realidad con su verdadero significado. Para tratar de ser mas clara, muchas veces nos acostumbramos o tomamos como habitual cosas no tan felices, y algunas de esas cosas, no forman parte, por lo menos para mi, de una sociedad educada con amor. Como siempre cuento en mis blogs soy fanática de caminar la ciudad. A veces por el apuro terminamos en el auto o en un taxi, pero en otras épocas pude gastar las veredas de mi Buenos Aires. Puedo decir que conozco bastante la ciudad y sus recovecos. Me fui dando cuenta que, en mis diferentes etapas, también me fui conectando y desconectando del mismo lugar. Para mi hay calles y esquinas emblemáticas. Esta mi barrio de la adolescencia que sigo visitando y recorriendo porque sigo conectada con lugares y personas desde esa época. Y esta el barrio que elegí y me vio crecer como familia y mama.  Hoy caminando me sentí mas conectada que nunca, cuando voy con mis hijos es inevitable sacar la radiografía de cada vereda. Ellos curiosean y ven todo con un grado de ingenuidad que me llevan a la conexión absoluta. Ahi estaba el, durmiendo en la vereda con un poco de comida y una manta, el señor que vi tantas veces en diferentes veredas del barrio y sus alrededores. Benja lo miro sorprendido y pregunta _Ma que hace en la calle? Y yo le respondí. _Benja el señor esta en la calle porque no tiene trabajo, no tiene plata y no tiene donde vivir. Benja con total inocencia me responde_Ma y entonces porque no comparte la casa con alguien. Este primer relato me lleva al dolor y a la simpleza. Que acostumbrados estamos a convivir con algunas cosas como el dolor ajeno. Que difícil explicarles algunas cosas que en definitiva forman parte de lo cotidiano. Como segunda situación que se repite una y mil veces en la calle es la cantidad  de tiempo que una ambulancia debe esperar hasta que todos los autos que bloquean las calles, se decidan a dejarla pasar. Hoy me puso muy triste y de verdad no me da orgullo escuchar las sirenas y las bocinas con tanta insistencia, porque basta solo un desalmado para que no se pueda destrabar la calle. Cuanto nos falta y cuanta solidaridad a veces se déjà en el closet. Como cierre de este blog no tan feliz pero reflexivo solo deseo que cada vez existe menos gente que creyendo la fama ilimitada se olvida de los buenos modales. si los modales, no hablo de nada raro, saludar, mirar a la cara cuando hablamos o simplemente hacer un gesto. Me pregunto hay gente que se cree invisible o esperan el saludo reverente antes de actuar. "La fama ilimitada", es para mi  la fama que algunos creen padecerla y por ella carecen de buenos modales. Habra posibilidad de que se den cuenta que esta bueno nunca perder la humildad? A la educacion algunos la dejan enmarcada en la nota de algún boletín, cuando en realidad tendrían que desplegarla en pequeños momentos  o acciones de la vida diaria. Jamas perderé mi optimismo y en estas pequeñas cosas nos podemos transformar en solidarios y educar con amor. Es muy probable que muchas de las cosas que suceden en la calle, no las elegimos nosotros ni somos responsables directos. Con una gotita de conexión y solidaridad muchas veces se puede cambiar el destino o al menos intentarlo, que no es poco.
Like Paula D












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