A jugar con cada cosa en su lugar



En la historia de hoy me conecto con la enorme responsabilidad que trajeron mis hijos,  y con ello la construcción de un camino. Vamos aprendiendo a ser padres y vamos descubriendo que no existe la formula perfecta para cada cosa. Como primerizos nos conectamos con lo nuevo y recurrimos a nuestros archivos del pasado, solo para entender. Es imposible no proyectar, eligiendo que queremos repetir,  y que no. Creo que para generaciones anteriores el juego era el de los chicos. El juego de los grandes, era solo de grandes y en pocos casos se daba la excepción de un juego compartido. Las mujeres y los hombre fuimos intercambiando roles. Para nosotras esos roles vinieron con algunos ingredientes que hacen la diferencia. Sumamos el trabajo a la maternidad y para mantenernos en el trabajo,  no nos quedara otra que escalar y buscar el éxito. Pero el tema es,  como hacer todo esto,  sin resignar nada. Desde muy chica elegí trabajar y en el camino pude ir combinando muchas cosas,  gracias a la independencia de mi actividad. Pero eso fue cambiando y con el año de mi primer bebe me impuse otro orden. Para poder crecer en todos los aspectos y poder poner la energía en cada cosa,  emprendí la búsqueda de la "súper niñera". La idea era poder dividir mi tiempo entre algunas horas laborales,  y algunas horas en casa. Creo que es una de las elecciones mas difíciles para las mujeres. Quien se quedara en mi casa con mis hijos mientras yo no estoy? se nos cruzan las mil historias y tragedias publicadas relacionadas con la tarea de cuidar. Pero hay una palabra que se instala desde que nos dio el evatest positivo, esa palabra es "adaptación". Adaptación a los mil cambios y situaciones que empezamos a vivir.  Y cuando creemos que ya nos adaptamos,  la vida nos vuelve a sorprender con un nuevo cambio,  y una nueva adaptación se presenta. Hasta la actualidad pude encontrar dos ayudantas en diferentes etapas.  Para mi son alo mas que niñeras. Me acompañaron en el camino y logre depositar y ofrecer confianza. Aunque nunca terminamos de conocerlas, ellas nos prueban a nosotras. Ellas terminan teniendo el poder de muchas situaciones,  pero en definitiva las decisiones las tomamos nosotras. Esta bueno que esas ayudantas o niñeras tengan claro que no los crían, pero los cuidan. Ellas no deben imponer reglas, las hacen cumplir. Y es muy importante para mi,  como condicion en el momento de la eleccion,  tener en cuenta que si no hay amor y vocación  por los niños no duraran ni un minuto en casa. Cada tanto, aclaro, "cada tanto",  y no tan seguido no nos viene mal un dia en el que faltase. Ese día arranca como una pesadilla,  nuestra ayudanta nos avisa que faltara y por ende nosotros faltaremos a todo lo que proyectamos ese día. El abismo de la casa nos invade y una luz en el camino aparece. Esa luz es una oportunidad de volver a tomar las riendas y a actualizar todo lo que tiene que ver con la casa. Ese día nos encontramos buscando nuevas alternativas para sumar y combinar nuestra faceta profesional,  con lo que tengamos de amas de casa. Ese día tuve la oportunidad de descubrir que puedo educar jugando. Descubrimos con los chicos que existe el "Te banco Ma" para ellos sentir que nos ayudan puede ser una gran enseñanza. Ese día podemos hacer que sea divertido limpiar y que ordenando se encuentran cosas olvidadas.  Ese día me quede sin ingredientes para la tradicional receta de milanesas y descubrí una nueva receta a mi manera. Ese día cambie mi día de trabajo por un día casero al 100%. Que bueno romper un poco con la rutina para volver a ordenarnos. Los invito a probar la experiencia de darle a nuestros hijos la posibilidad de ayudarnos y el gran beneficio de que copien lo que ven y no lo que decimos.

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