Hoy voy a hablar de los sentidos. Yo tuve la suerte de tener a Amalia, a Luisa, a Gogo, y a Eduardo para mi fueron sinónimo de dar y respirar amor en todos los sentidos posibles. Mis abuelos me conectaron con los sentidos, a disfrutar de la preparación y del aroma de una comida casera, a cuidar de las flores, a diseñar en madera y combinar colores y hasta a coser o a disfrutar de la naturaleza. Mis abuelos, no me pregunten como, se transformaban en especialistas del oficio que en cada momento se necesitaba. Será porque es una generación con oficio o porque con las ganas de dar amor aprendemos lo que sea. Ellos funcionaron para mis hermanos y para mi como una especie de super heroes. Fuimos rescatados en mil oportunidades, salvados de peligros cotidianos, contenidos de tantos miedos y hasta en varias oportunidades nos ayudaron a evitar el peor final ante algun reto de nuestros padres. Creo que Los que tuvimos y tenemos la fortuna de conocerlos y de disfrutarlos sabemos que no existe mejor momento que el que compartimos con nuestros abuelos. Ellos son espectadores de nuestras vivencias porque están a ahí para disfrutarnos. Para ellos somos la versión mejorada de nuestros padres y nos alientan a construir. Hoy ya tengo a mis hijos y el amor por mis abuelos me permitió poder ofrecerles lo mismo. Nunca esta demás inculcarles la importancia de la familia y a sentir orgullo por nuestros ancestros.
Familias forman familias y cada familia va dejando alguna herencia. Las herencias pueden ser económicas, ideológicas, vivencialea y genéticas. Todas las que nombre pueden se aceptadas o rechazadas, podemos hacerlas durar tres segundos o una eternidad. Pero la que me toco heredar a mi y se transformo en mi gran fortuna es la herencia de "educar con amor" o "amar con educación". Para mi esa herencia esta en las pequeñas cosas que nuestros padres, tíos y abuelos tuvieron como increíble coincidencia y lo digo de verdad todos nos enseñaron con afecto y a dar afecto. Hoy celebro mi gran fortuna. Hoy mis hijos viven con la misma fortuna.
Una mañana y una flor en la puerta para enamorar a una abuela, una guitarra y la mejor canción, una aventura en el mar para salvarnos de los tiburones, un tope tope de cabezas para sentirnos iguales, una caja llena de disfraces y una mano para crecer con optimismo.
Gracias por el mejor legado.
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